Hace tiempo que no escribía. Supongo que el sentirme desanimada siempre ha atraído a la inspiración, cosa que empiezo a detestar.
Cada año, por estas fechas, pasa exactamente lo mismo. Estoy siempre triste, sin ganas de nada,... Me quedaría en la cama y no me movería hasta Marzo o así. Pero supongo que hay cosas que me lo impiden, como el trabajo, o una ultraexigente madre. Le fastidia que me tumbe un poco después de trabajar, no quiero ni imaginar como se pondría si no me levantara en meses.
Otra opción es desaparecer. Marcharme al norte, perderme en algún pueblo de montaña, con provisiones, quedarme atrapada por la nieve, con la chimenea encendida, sin pensar en nada, leyendo, relajada y tranquila...
Pero nada de esto es posible, y me quedo aquí, en el mismo sitio, de la misma manera, sin que nada cambie, soportando a una familia totalmente desquiciada, dejando que la cama me escupa prácticamente cada mañana, para ducharme como un zombie, vestirme, estudiar para algo que cada día me da más asco, e irme a trabajar, sabiendo que soy afortunada por tener ese trabajo y estresándome por culpa de un grupito de niños maleducados. Llegando a casa y acostándome por la noche con la horrible sensación de que mañana será lo mismo otra vez... o incluso peor.